Liberty Island, la Estatua de la Libertad


La Estatua de la Libertad es uno de los monumentos más famosos de Nueva York conocidos fuera de Estados Unidos y si vas a la ciudad, puedes dejar de ver otras cosas, pero ir a la isla (Liberty Island al sur de Manhattan) donde se encuentra, es casi obligado porque verla se hace desde muchos puntos de la ciudad.


Vista desde los pies de la estatua

Está junto a la desembocadura del río Hudson y cerca de la isla Ellis, que era donde tenían que quedarse los inmigrantes que llegaban en barco a N.Y. antes de entrar en el país.

 Vista del frente de la isla

Fue diseñada por Frédéric Auguste Bartholdi. El encargado del diseño interno fue Gustave Eiffel y el ingeniero Maurice Koechlin se encargó del ensamblaje.
Bartholdi viajó a USA en 1871 para elegir la ubicación y se reunió con el presidente de entonces, Ulysses S. Grant. Se fijó en la isla Bedloe, que pasó a llamarte isla de la Libertad en el año 1956, muchos años después de estar instalada la estatua. 


 Vistas de Liberty Island y de Ellis Island desde el One World Trade Center.
 La estatua fue un regalo del pueblo francés en 1886 (la entrada está publicada el 28 de octubre, día en el que se inauguró) para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y supone un símbolo de amistad entre los dos países.


Grover Cleveland, el presidente de los Estados Unidos la en aquella época, presidió la inauguración el 28 de octubre de 1886. En el año 1924 fue declarada monumento nacional y desde el año 1984 se considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El viaje en Francia hasta USA y su montaje duró meses: La estatua fue enviada a Ruan en tren, luego bajó el Sena en barco, hasta el puerto de El Havre. Ahí fueron embarcadas en una fragata francesa las 214 cajas en las que se había dividido para poder ser transportada. Se tardaron 4 meses en armarla en el nuevo pedestal. Éste se lo encargaron a Estados Unidos y fue el arquitecto Richard Hunt el que llevó a cabo el proyecto.


La estatua representa a una mujer de pie, vestida y en la cabeza una corona, como la de Helios, el dios del sol griego, con siete picos que representa los 7 continentes. En la mano derecha una antorcha encendida, por el siglo de las luces y en la izquierda una tablilla con la fecha de la firma de la Declaración de Independencia en números romanos: JULY IV MDCCLXXVI.

El color verde que tiene ahora se debe a las reacciones químicas por el cobre al aire libre. 

Vista desde los pies de la estatua

Vistas de Manhattan desde la isla.

Desde la antorcha a la base mide 46,05 metros y desde el suelo 92,99 metros. Desde los pies de la estatua a la corona son 33,86 metros y si incluimos la base son 46,94 metros.
Está hecha con 31 toneladas de cobre, 125 de acero y 25.500 toneladas de hormigón para los cimientos.


Ha sido modificada y renovada en varias ocasiones. Destaca el cambio de iluminación y el rediseño de la antorcha, la antigua está expuesta para ser visitada. Así como la estructura que ha sido ampliamente reforzada para aguantar el paso del tiempo.


La antorcha original, reemplazada por otra en 1986.



A la estatua se llega en barco desde Battery Park. Cuando contratas el viaje hay varias opciones para añadir. Puedes subir al pedestal donde está la estatua o a la corona (está nuevamente abierto el acceso). Te recomiendo buscarlo con tiempo y llevarlo desde aquí contratado porque las plazas a la corona son muy limitadas y puede que te quedes sin subir. Hay 354 peldaños hasta la corona y aunque no se ve el skyline de Manhattan (se aprecia mejor desde abajo) y las ventanas son muy pequeñas, se puede ver el puerto porque la estatua mira hacia Europa, hacia el océano.


Vista desde el barco cuando te lleva a Ellis Island.

La Estatua de la Libertad es un icono popular que ha aparecido en multitud de películas, anuncios, símbolos de equipos de deporte, libros, etc. A principios del milenio, quedó finalista para ser elegida una de las nuevas maravillas del mundo.