El Vieux Québec está al este de la colina de Quebec y son los edificios situados dentro de las fortificaciones que rodean la ciudad.
El Viejo Québec está formado por dos zona:
- la Ciudad Alta: importancia estatégica militar debido a la altura de Cap Diamant. Se instaló el ejercito y la zona administrativa donde había multitud de funcionarios.
- la Ciudad Baja: se empezó a llenar de comerciantes y sus tiendas.
Allí nos dimos cuenta que llamaban a esta zona el Barrio latino, pero no entendimos muy bien porqué. Ahora leyendo un poco sobre la ciudad, he descubierto que solo se llama así la zona que está más cerca del Seminario:
Samuel de Champlain en 1608 se percató del valor estratégico de la zona y se comenzó a edificar esta cidadella. La fortificación fue construida a finales del siglo XVII cuando en la zona dominaban los franceses y concluyeron bajo mandato inglés en 1832.
En el siglo XIX las murallas frenaban la expansión urbana que estaba teniendo la ciudad y se propuso una demolición porque ya no eran necesarias. Al final ésta no se produjo y se integró la ciudad amurallada en la nueva Québec.
De haber sido así, nunca habría sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, ni se habría convertido una ciudad que recibe tantos turistas.
En el interior de las murallas encontramos edificios del siglo XVII, XVIII, aunque la mayoría son del siglo XIX: el Ayuntamiento, el Seminario de Quebec, el convento de las Ursulinas, el monasterio de los Agustinos, el hospital de la Casa de Dios.
Como la Ciudad Vieja es uno de los destinos turísticos más solicitados de Canadá, también hay varios hoteles, como el espectacular Château Frontenac:
Muchos parques llenos de flores permiten pasear, sentarse, subir a la colina y admirar las vistas y el río San Lorenzo. Un día soleado se puede disfrutar del Parc de la Esplanada, de la Artillería, de los Gobernadores o del Parque Montmorency y caminar por la Terraza Dufferin.
Terraza Dufferin
Vistas del Río San Lorenzo desde lo alto de la colina
Te sorprenderá ver en el recorrido muchos cañones para defender la ciudad. A mí lo que me sorprendió fue el buen estado en que se encuentran. Te puedes acercar sin problemas y hacer fotos.
Si puedes hacerlo, te aconsejo que hagas parte del recorrido por la propia muralla. Como se puede ver por las fotos, hay caminos y zonas de césped. Es un paseo muy interesante porque ves la ciudad desde otra perspectiva.
Sube y disfruta.